台词
Nunca imaginé que mi destino sería jugarme la vida cruzando la ciudad de un país extranjero con un traje de pistolas sobre mi piel. Pero ahora sí que el destino es la suma de todas las decisiones que tomamos en nuestra vida, incluso las que en su momento parecen insignificantes. En mi caso, por lejano que me parezca ahora, todo comenzó con algo tan pequeño como aprender a enhebrar una aguja.
La vida con el era como si no hubiera ni un ayer ni un mañana, como si tuviéramos que aprovechar cada instante por si acaso el futuro nunca quisiera llegar. Podíamos pasar horas imaginando todas las espléndidas oportunidades que podrían estar esperándonos en algún lugar del globo. No había noche que no bailáramos y no riéramos hasta el amanecer. Anticipaba mis caprichos y colmaba mi capacidad de sorpresa con los regalos más inesperados. Y así, aferrada a su cuerpo como si fuera mi único amarre pasaron los meses.